Julio 24, 2025

Revisión sobre la Terapia Mitocondrial

Abstract

Las mitocondrias tienen un papel importante en la generación de energía biológica para nuestras células. Su rol biológico principal y bien descrito está relacionado con la fosforilación oxidativa y el metabolismo, pero también son centrales en la muerte celular, neoplasias, en la diferenciación celular, en el sistema inmune innato, en la detección de los niveles de oxígeno e hipoxia y en el metabolismo del calcio, por nombrar algunos. Estos organelos están siendo progresivamente reconocidos como elementos clave en muchas áreas de la Medicina Regenerativa. La alteración de cualquiera de los papeles funcionales de las mitocondrias contribuye a diversas patologías, por lo que hace de este organelo un blanco terapéutico potencialmente importante. La disfunción mitocondrial está a menudo asociada con el daño oxidativo, la alteración en la homeostasis del calcio, defectos en la síntesis de ATP o con la inducción del poro de la transición de la permeabilidad. Consecuentemente, las terapias diseñadas para prevenir este tipo de daños son benéficas en diversos padecimientos que incluso podrían parecer no relacionados. Estudios previos han demostrado los prometedores efectos terapéuticos del trasplante de mitocondrias autólogas a un tejido cardiaco isquémico, sin embargo, pocos estudios han evaluado los efectos in vivo de la infusión vía carótida de mitocondrias autólogas. Mediante esta técnica de infusión, se propone una administración factible selectiva y mínimamente invasiva que puede proporcionar beneficios en el tratamiento de diversas patologías.

Scientific Reports

El trasplante mitocondrial se ha realizado como tratamiento terapéutico en cuadros de isquemia cardíaca y lesiones de reperfusión tanto en animales (1) como en seres humanos (2). Estos estudios demuestran que la infusión de mitocondrias autólogas, es decir, aisladas del propio tejido del paciente, compensa la disminución o pérdida de la función mitocondrial en células locales dañadas durante la isquemia y mejora la recuperación posisquemia. Estudios preclínicos (1) y ensayos de bioseguridad (3) han demostrado que el procedimiento es bien tolerado, sin que se reporte inmunorreactividad (4), lesiones locales o efectos sistémicos adversos. Actualmente se continúan realizando estudios para comprender el o los mecanismos implicados en la internalización de las mitocondrias extracelulares, su longevidad una vez trasplantados y la cuantificación de sus efectos, entre otros aspectos.

Estudios in vitro (5, 6) y en modelo murino realizando infusión directa de mitocondrias autólogas en la médula espinal y en tejido cerebral han demostrado efectos igualmente positivos para una serie de diferentes afecciones neurológicas como traumatismos (7, 8), esquizofrenia (9), enfermedad de Parkinson (10) e isquemia cerebral (11, 12). El trasplante xenogénico también ha mostrado resultados prometedores tras la inyección local intracerebral o intrarterial en cerebros isquémicos de ratas (13) y la administración intravenosa en el modelo experimental de Parkinson en ratones (14).

Terapia de reemplazo mitocondrial (TRM)

En los últimos años, los avances en metodologías moleculares y bioquímicas han llevado a una mejor comprensión de los defectos mitocondriales y sus mecanismos como causa de diversas enfermedades, pero las terapias para los trastornos mitocondriales aún son insuficientes. Se han evaluado varios fármacos para mejorar la función mitocondrial y los síntomas de la disfunción mitocondrial. Se utilizaron agentes como la coenzima Q10, la idebenona, la riboflavina, el dicloroacetato y la tiamina para mejorar la función de la cadena transportadora de electrones (ETC), y el monohidrato de creatina se utilizó como transportador de energía para el movimiento de fosfato de alta energía desde la mitocondria hasta el citoplasma. Además, se han probado antioxidantes como la vitamina C, la vitamina E y el ácido lipoico como suplementos para dilucidar los trastornos mitocondriales, y una serie de otros medicamentos son objeto de ensayos clínicos en curso (15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22). Sin embargo, estos agentes pueden brindar una protección muy limitada, y la mayoría de las enfermedades mitocondriales se consideran irreversibles, ya que son causadas por lesiones, como la mutación del ADN mitocondrial (ADNmt) (22). Debido a esto, las terapias que involucran estos agentes tienen limitaciones.

El trasplante mitocondrial tiene como objetivo transferir mitocondrias exógenas funcionales a células mitocondriales defectuosas para la recuperación o prevención de enfermedades mitocondriales. Clark y Shay intentaron por primera vez la transferencia mitocondrial. Co-incubaron mitocondrias purificadas de células resistentes al cloranfenicol y la efrapeptina y células de mamíferos sensibles a estos antibióticos. Como resultado, se confirmó la transferencia de resistencia a los antibióticos mediada por mitocondrias a través de la endocitosis (23). Este fenómeno de entregar orgánulos a las células receptoras se puede aplicar a las enfermedades mitocondriales. El reemplazo de mitocondrias no funcionales en tejidos o células dañados por mitocondrias funcionales posiblemente podría ser un nuevo enfoque.

Varios estudios han demostrado in vitro que la transferencia intercelular de mitocondrias se produce de forma natural. Cuando las mitocondrias marcadas con DsRed aisladas de células mesenquimales derivadas de la glándula endometrial humana (EMC) se co-incubaron con EMC isogénicas durante 24 h, se observó una acumulación de mitocondrias exógenas en el citoplasma de las receptoras a través de imágenes de células de fluorescencia in vivo (24). En otro estudio, también se observó que una transferencia xenogénica de mitocondrias aisladas de tejido hepático de ratón a células humanas que carecían de mitocondrias funcionales (células p0) restauró la función respiratoria (25). Estos resultados prueban la posibilidad de tratar enfermedades mitocondriales a través del trasplante mitocondrial.

Referencias

  1. McCully, J. D., Cowan, D. B., Emani, S. M., & Pedro, J. (2017). Mitochondrial transplantation: from animal models to clinical use in humans. Mitochondrion, 34, 127-134.
  2. Emani, S. M., Piekarski, B. L., Harrild, D., Pedro, J., & McCully, J. D. (2017). Autologous mitochondrial transplantation for dysfunction after ischemia-reperfusion injury. The Journal of thoracic and cardiovascular surgery, 154(1), 286-289.
  3. Shin, B., Saeed, M. Y., Esch, J. J., Guariento, A., Blitzer, D., Moskowitzova, K., … & McCully, J. D. (2019). A novel biological strategy for myocardial protection by intracoronary delivery of mitochondria: safety and efficacy. JACC: Basic to Translational Science, 4(8), 871-888.
  4. Ramirez-Barbieri G, Moskowitzova K, Shin B, Blitzer D, Orfany A, Guariento A, et al. Alloreactivity and allorecognition of syngeneic and allogeneic mitochondria. Mitochondrion. 2019; 46: 103-115.
  5. Hayakawa K, Esposito E, Wang X, Terasaki Y, Liu Y, Xing C, et al. Transfer of mitochondria from astrocytes to neurons after stroke. Nature. 2016;535: 551-555.
  6. Liu, K., Guo, L., Zhou, Z., Pan, M., & Yan, C. (2019). Mesenchymal stem cells transfer mitochondria into cerebral microvasculature and promote recovery from ischemic stroke. Microvascular research, 123, 74-80.
  7. Fang, S. Y., Roan, J. N., Lee, J. S., Chiu, M. H., Lin, M. W., Liu, C. C., & Lam, C. F. (2021). Transplantation of viable mitochondria attenuates neurologic injury after spinal cord ischemia. The Journal of Thoracic and Cardiovascular Surgery, 161(5), e337-e347.
  8. Gollihue, J. L., Patel, S. P., Eldahan, K. C., Cox, D. H., Donahue, R. R., Taylor, B. K., … & Rabchevsky, A. G. (2018). Effects of mitochondrial transplantation on bioenergetics, cellular incorporation, and functional recovery after spinal cord injury. Journal of neurotrauma, 35(15), 1800-1818.
  9. Robicsek, O., Ene, H. M., Karry, R., Ytzhaki, O., Asor, E., McPhie, D., … & Ben-Shachar, D. (2018). Isolated mitochondria transfer improves neuronal differentiation of schizophrenia-derived induced pluripotent stem cells and rescues deficits in a rat model of the disorder. Schizophrenia bulletin, 44(2), 432-442.
  10. Chang, J. C., Wu, S. L., Liu, K. H., Chen, Y. H., Chuang, C. S., Cheng, F. C., … & Liu, C. S. (2016). Allogeneic/xenogeneic transplantation of peptide-labeled mitochondria in Parkinson’s disease: restoration of mitochondria functions and attenuation of 6-hydroxydopamine-induced neurotoxicity. Translational Research, 170, 40-56.
  11. Heyck, M., Bonsack, B., Zhang, H., Sadanandan, N., Cozene, B., Kingsbury, C., … & Borlongan, C. V. (2019). The brain and eye: treating cerebral and retinal ischemia through mitochondrial transfer. Experimental Biology and Medicine, 244(16), 1485-1492.
  12. Zhang, Z., Ma, Z., Yan, C., Pu, K., Wu, M., Bai, J., … & Wang, Q. (2019). Muscle-derived autologous mitochondrial transplantation: a novel strategy for treating cerebral ischemic injury. Behavioural brain research, 356, 322-331.
  13. Huang, P. J., Kuo, C. C., Lee, H. C., Shen, C. I., Cheng, F. C., Wu, S. F., … & Su, H. L. (2016). Transferring xenogenic mitochondria provides neural protection against ischemic stress in ischemic rat brains. Cell transplantation, 25(5), 913-927.
  14. Shi, X., Zhao, M., Fu, C., & Fu, A. (2017). Intravenous administration of mitochondria for treating experimental Parkinson’s disease. Mitochondrion, 34, 91-100.
  15. Potgieter, M., Pretorius, E., & Pepper, M. S. (2013). Primary and secondary coenzyme Q10 deficiency: the role of therapeutic supplementation. Nutrition reviews, 71(3), 180-188.
  16. Klopstock, T., Metz, G., Yu-Wai-Man, P., Büchner, B., Gallenmüller, C., Bailie, M., … & Chinnery, P. F. (2013). Persistence of the treatment effect of idebenone in Leber’s hereditary optic neuropathy. Brain, 136(2), e230-e230.
  17. Horvath, R. (2012). Update on clinical aspects and treatment of selected vitamin-responsive disorders II (riboflavin and CoQ10). Journal of inherited metabolic disease, 35(4), 679-687.
  18. Barshop. B. A., Naviaux, R. K., McGowan, K. A., Levine, F., Nyhan, W. L., Loupis-Geller, A., & Haas, R. H. (2004). Chronic treatment of mitochondrial disease patients with dichloroacetate. Molecular genetics and metabolism, 83(1-2), 138-149.
  19. Mermigkis, C., Bouloukaki, I., Mastorodemos, V., Plaitakis, Alogdianakis, V., Siafakas, N., & Schiza, S. (2013). Medical treatment with thiamine, coenzyme Q, vitamins E and C, and carnitine improved obstructive sleep apnea in an adult case of Leigh disease. Sleep and Breathing, 17(4), 1129-1135.
  20. Tarnopolsky, M. A., Roy, B. D., & MacDonald, J. R. (1997). A randomized, controlled trial of creatine monohydrate in patients with mitochondrial cytopathies. Muscle & Nerve: Official Journal of the American Association of Electrodiagnostic Medicine, 20(12), 1502-1509.
  21. Rodriguez, M. C., MacDonald, J. R., Mahoney, D. J., Parise, G., Beal, M. F., & Tarnopolsky, M. A. (2007). Beneficial effects of creatine, CoQ10, and lipoic acid in mitochondrial disorders. Muscle & nerve, 35(2), 235-242.
  22. El-Hattab, A. W., Zarante, A. M., Almannai, M., & Scaglia, F. (2017). Therapies for mitochondrial diseases and current clinical trials. Molecular genetics and metabolism, 122(3), 1-9.
  23. Clark, M. A., & Shay, J. W. (1982). Mitochondrial transformation of mammalian cells. Nature, 295(5850), 605-607.
  24. Kitani, T., Kami, D., Kawasaki, T., Nakata, M., Matoba, S., & Gojo, S. (2014, May). Direct human mitochondrial transfer: a novel concept based on the endosymbiotic theory. In Transplantation proceedings (Vol. 46, No. 4, pp. 1233-1236). Elsevier.
  25. Katrangi, E., D’Souza, G., Boddapati, S. V., Kulawiec, M., Singh, K. K., Bigger, B., & Weissig, V. (2007). Xenogenic transfer of isolated murine mitochondria into human po cells can improve respiratory function. Rejuvenation Research, 10(4), 561-570.
Compartir en:
WhatsApp